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Para ubicarte en el mapa: las zonas de Quito que debes conocer antes de ir

Para ubicarte en el mapa: las zonas de Quito que debes conocer antes de ir
De La Ronda a San Marcos: un recorrido por los barrios más emblemáticos y con más historia de EcuadorPara ubicarte en el mapa: las zonas de Buenos Aires que debes conocer antes de ir Quito no se entiende sin sus barrios. La capital ecuatoriana, enclavada en plena cordillera andina, guarda en sus calles una historia que se cuenta en piedra, madera y aromas de cocina popular. Pasear por sus zonas más emblemáticas es sumergirse en un mosaico de tradiciones, leyendas, arte y sabor que aún conservan el pulso auténtico de la ciudad. Desde La Ronda y La Loma Grande hasta San Marcos, cada barrio quiteño revela una cara distinta de esta capital declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. La Ronda: el alma colonial de Quito Es imposible hablar de Quito sin mencionar La Ronda, el barrio más antiguo y tradicional del centro histórico. Sus calles empedradas, los balcones de madera y las casas coloniales con patios interiores componen una de las estampas más fotogénicas de la ciudad. Pero más allá de su belleza, La Ronda es puro ambiente: huele a canelazo, suena a guitarra y se saborea a locro, empanadas de viento o helados de paila elaborados de forma artesanal. Entre faroles y fachadas de colores, los visitantes descubren el proyecto Manos en La Ronda, una iniciativa que reúne a artesanos que mantienen vivos oficios heredados de la época colonial. Aquí todavía se trabaja la hojalatería tradicional, se tallan juguetes de madera, se cincelan metales preciosos en talleres de orfebrería o se fabrican cofres con incrustaciones de nácar, hueso o concha en talleres de taracea. Cada esquina respira tradición. Y mientras suenan serenatas y los puestos ofrecen dulces típicos, uno entiende por qué La Ronda es, más que un barrio, una declaración de amor al Quito de siempre. La Loma Grande: leyendas y panorámicas A pocas calles de La Ronda, la Loma Grande despliega una personalidad distinta. Aquí, entre callejones empinados y casas restauradas, sobreviven las leyendas más célebres de Quito: la Virgen del Tomate, el cura sin cabeza, la Condesao el Señor de los Milagros. Este barrio combina la historia con una vida contemporánea vibrante, llena de cafés, galerías y pequeños hoteles con encanto. Desde las alturas, las vistas son inmejorables: los tejados del centro histórico, las torres de la Basílica y el Panecillo coronando el horizonte. En esta zona se puede visitar el Centro Cultural Mama Cuchara, probar un chocolate artesanal en La Cuchara Ecuadorian Gallery o simplemente disfrutar de una bebida caliente en la terraza del Hotel Mama Cuchara, uno de los rincones más agradables de la zona. En La Loma Grande, el Quito colonial y el moderno conviven sin chocar: el barrio parece moverse al ritmo de sus propias historias, entre rezos antiguos y conversaciones sobre arte contemporáneo. San Marcos: el refugio de los artistas El tercer imprescindible es San Marcos, conocido como el barrio más bohemio y artístico de Quito. Aquí el tiempo se detiene entre plazas pequeñas, calles silenciosas y casas de colores que guardan estudios, galerías y talleres de artesanos. Es el rincón donde los creativos de la ciudad encuentran inspiración y donde cada fachada tiene algo que contar. En San Marcos se entrelazan la arquitectura colonial y republicana, con casonas convertidas en hoteles boutique, museos y espacios culturales. Entre ellos destacan el Museo Manuela Sáenz, el Muñoz Mariño Museo de Acuarela, el Hotel Museo de Arquitectura o el Monasterio de Santa Catalina, joyas que testimonian la riqueza patrimonial del barrio. Pero lo mejor de San Marcos no está solo en sus museos, sino en su atmósfera. Caminar por sus calles es asistir a una escena viva: niños jugando en la plaza, pintores trabajando en los portales, vecinos conversando desde los balcones. Es la cara más íntima de Quito.

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