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Empezó entre vecinos y hoy es una fiesta reconocida como Bien de Interés Cultural: este es el calendario de esta cita que une villancicos y flamenco

Empezó entre vecinos y hoy es una fiesta reconocida como Bien de Interés Cultural: este es el calendario de esta cita que une villancicos y flamenco
La zambomba, instrumento de barro cubierto con un pellejo de animal o tela, da nombre a la celebración navideña por antonomasia de la ciudad de JerezSe llaman guardacantones, fueron cañones de la batalla de Trafalgar y hoy forman parte de este admirado casco histórico La zambomba, además de definir un navideño instrumento musical, es considerada la expresión más auténtica y genuina de las fechas navideñas en Jerez, en la provincia de Cádiz. Esta cita tradicional es una animada fiesta, en plena calle o bajo techo, en la que se fusiona la convivencia y la participación de los vecinos de la localidad gaditana. Tradición intrínsecamente local y jerezana, en la actualidad esta celebración se extiende oficialmente desde finales de noviembre hasta el 25 de diciembre, aunque haya algunas que se celebren unos pocos días antes o después de dicho calendario oficial publicado por el consistorio jerezano. Los orígenes de esta singular fiesta navideña se remontan a las convivencias que se llevaban a cabo en los patios de las casas de vecinos y corrales. En estos encuentros, amigos y familiares se reunían en torno a una candela, compartiendo viandas, vinos y cantes populares. La tradición también se localiza en las cocinas compartidas de las casas de vecindad, donde las mujeres se juntaban para elaborar dulces tradicionales como los pestiños, mientras los demás vecinos entonaban cantes para amenizar la labor. Pero, aunque las raíces se encuentran en la cultura popular, fue en Jerez donde la mezcla de esos compases encontró en el flamenco su hecho diferenciador.  El mencionado matiz aflamencado de los villancicos es un sello personal que comenzó a aparecer a partir del siglo XIX en Jerez como cuna de estas composiciones musicales. Y desde entonces la palabra villancicos equivale a bulerías, seguiriyas o tangos. Por lo tanto, los ingredientes esenciales de las zambombas, que se festejan en cualquier rincón de la ciudad, son los vinos de la tierra, la repostería tradicional y, por supuesto, dichos villancicos 'aflamencados'. Los vecinos que asisten y participan se congregan comiendo dulces navideños y bebiendo anís, mientras se canta y se baila. La fiesta, lógicamente, toma su nombre del instrumento principal que se toca durante las horas que dure la reunión. La zambomba en sí es una vasija de barro cubierta con un pellejo de animal o tela, en cuyo centro se amarra una caña larga que produce un sonido grave al ser frotada con las manos. La parte musical de la fiesta jerezana se completa con otros instrumentos populares como la pandereta, el almirez, la botella rayada de anís o las castañuelas. Este conjunto instrumental acompaña las palmas y las gargantas de los jerezanos que no dejan de acudir en masa a estas fiestas tan auténticas. De hecho, el valor de la zambomba ha sido formalmente reconocido y desde el año 2015 se aprobó su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). Esta designación avala el valor turístico y cultural de la fiesta, reconociéndola como una de las expresiones culturales navideñas de mayor interés etnológico de Andalucía. Peñas y hermandades Aunque originalmente las zambombas se celebraban principalmente el día de Nochebuena, con el tiempo han evolucionado e institucionalizado. Hoy, su organización recae en una variedad de entidades, incluyendo asociaciones vecinales, peñas flamencas, colegios, y, especialmente, numerosas hermandades. Las zambombas al aire libre, eso sí, siguen siendo las más atractivas. La característica que distingue a la zambomba es su carácter participativo: a diferencia de otras fiestas flamencas donde hay una distinción clara entre artistas y público, en esta celebración todos cantan y bailan.  La temporada de zambombas en Jerez, Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, ha visto su inicio adelantado. El ayuntamiento de la ciudad ha decidido que este año se puedan celebrar, de manera oficial, desde el fin de semana del 23 y 24 de noviembre, lo que también ha obligado a anticipar el estreno del alumbrado navideño de la localidad. El bando municipal recoge que las zambombas pueden celebrarse hasta el 25 de diciembre. La dimensión de esta fiesta está creciendo notablemente, evidenciada en que el número de expedientes tramitados casi se ha duplicado en tan solo dos años. Numerosos vecinos y amigos pasan horas celebrando esta fiesta Con tanto crecimiento de la fiesta es prácticamente imposible destacar una sola zambomba de los centenares que se organizan. La programación oficial incluye las que organizan las hermandades (como la de la Misión, la de la Borriquita o la de las Tres Caídas), así como por peñas flamencas de renombre, tales como La Bulería, El Pescaero, Buena Gente, Los Cernícalos o la Asociación Flamenca Fernando Terremoto. Además, numerosos bares y locales populares de la ciudad, como Bereber, Mencanta Jerez, Casa Sánchez o Plaza Canterbury también acogerán zambombas que congregarán a numerosos vecinos y más de un turista deseoso de escuchar e incluso participar en esta fiesta tan genuina. Aunque el epicentro de esta fiesta navideña sea la ciudad de Jerez, es cierto que hay otras localidades de la misma provincia de Cádiz en las que se organizan zambombas con gran éxito de público y celebración, como las que se dan durante los mismos días de diciembre en Arcos, Cádiz o El Puerto de Santa María. Lugares donde se produce la misma convivencia en torno al calor de una hoguera y acompañados del inigualable sonido que emite la zambomba. 

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