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Estos son algunos de los bosques más bonitos de Catalunya para ir con los más pequeños "a buscar el tió"

Montseny, La Fageda d’en Jordà o Collserola serán escenarios estos días de la tradición de dar con un buen tronco sonriente para llevarlo hasta casaEste es el bosque petrificado de nuestro país que levanta el interés de los geólogosEl bosque de Ávila para una escapada perfecta en otoño y con un árbol centenario La tradición catalana de ir “a buscar el tió” de Nadal o Navidad al bosque se ha consolidado como una emocionante aventura familiar que queda grabada para siempre en la memoria de los más pequeños de la casa. Y, a las alturas del calendario en las que nos encontramos, son muchos los que preparan ya un itinerario por algunos de los muchos y frondosos bosques de Catalunya para adentrarse en alguno de ellos y acompañar a niños y niñas para que encuentren el tronco mágico que se convertirá en el protagonista de la inminente Nochebuena. Un plan divertido y casi ineludible que forma parte de las tradiciones de estas fechas, al menos en tierras catalanas. Esta búsqueda, lejos de ser una simple tarea, es la excusa perfecta para salir a la naturaleza y compartir unas horas en familia, haciendo que los niños se entusiasmen por caminar por la montaña. Una vez encontrado y cobijado con una manta para protegerlo del frío, la tradición manda que este tronco con cara sonriente sea cuidado y alimentado muy bien, pues alrededor de los días de Navidad “caga” turrones, chocolate y regalos para los más pequeños. Si bien cualquier parque o bosque cercano es una buena opción para esconderlo, estos son algunos de los parajes naturales de Catalunya que ofrecen estos días un telón de fondo de belleza inigualable para cumplir bien con esta tradición. Para aquellos que buscan un entorno de gran riqueza natural y rutas familiares, el Montseny destaca como tierra de bosques “mágicos”. Sus hayedos, castaños y caminos sombríos lo convierten en el escondite perfecto para el “tió”, siendo uno de los parques más visitados y un destino ideal para familias debido a sus muchas rutas fáciles, como las excursiones sugeridas a la Fageda de Santa Fe del Montseny o a los entornos de La Traüna. Además, en esta zona, el pueblo de Arbúcies, conocido por su tradición de tions, ofrece rutas familiares como el itinerario del agua y las hierbas medicinales a lo largo de la riera. Las hayas de La Fageda d’en Jordà Profundizando en el encanto de la vegetación frondosa, La Fageda d’en Jordà, en la Garrotxa, provincia de Girona, es reconocida por transmitir una calma y una magia inigualables. Buscar el “tió” aquí es una aventura entre hayas monumentales y hojas de colores, a través de rutas planas y sencillas, como el sendero de Joan Maragall, lo que permite que la familia se sumerja en este mosaico de tonalidades impresionantes. Por su parte, el hayedo de la Grevolosa ofrece un ambiente más salvaje y menos transitado que el de la Garrotxa, con un silencio, una atmósfera y una luz única que invitan a imaginar historias entre árboles gigantes. Cerca de la capital catalana, el parque natural de Collserola es la opción predilecta, funcionando como un extenso pulmón verde que bordea Barcelona, ideal para una escapada corta pero encantadora. Collserola cuenta con rutas muy familiares y sin grandes desniveles, siendo fácil llegar en transporte público y permitiendo realizar la actividad en media mañana. Otras zonas metropolitanas muy accesibles para la búsqueda son el parque del Montnegre y el Corredor, conocido por sus rutas amplias y un ambiente familiar entre pinares y encinas, que se convierte en un terreno de juego natural para los niños. En La Fageda d’en Jordà, en Girona, el "tió" puede esconderse entre hayas monumentales y hojas de colores La provincia de Tarragona también ofrece rincones singulares para la búsqueda, como el bosque pintado de Poblet, un lugar mágico y sorprendente lleno de obras de arte, donde las setas y los árboles pintados son los protagonistas de su ruta micológica. El paseo transcurre por un paisaje frondoso de bosques de pino laricio, pino silvestre, roble pubescente y encina, con rutas circulares que inician desde la casa forestal de Castellfollit. Otro enclave clásico en Tarragona, ideal por su fácil acceso y proximidad a la ciudad, es el entorno del pont del Diable, una impresionante construcción romana de más de 200 metros de longitud.  En la provincia de Lleida, el parque de la Mitjana ofrece un entorno fluvial único con senderos junto al río Segre que se prestan perfectamente para esconder más de un “tió” entre árboles y arbustos. Además, los misteriosos bosques densos de Las Guilleries-Savassona, con sus caminos solitarios y aire enigmático, son perfectos para que los pequeños descubran rincones inhóspitos donde podría estar escondido el tradicional tronco. Para aquellos que prefieren paisajes de alta montaña, una excursión al Estany de Malniu, en la Cerdanya, ofrece un paisaje mágico, aunque en invierno es crucial ir bien preparado y abrigado. Estos escenarios, llenos de vegetación pirenaica, permiten a las familias que acostumbran a caminar disfrutar de un itinerario que, aunque relativamente fácil, ofrece la emoción de la búsqueda en un entorno nevado o helado. Sea cual sea el bosque elegido, lo importante es disfrutar de la tradición y volver a casa con un buen “tió” que quede custodiado por las manos de los más pequeños, que harán lo posible para que engorde hasta una de las noches más míticas de las fiestas navideñas como es la Nochebuena. Son ellos quienes deben liderar la aventura de encontrarlo en el bosque y de darle el lugar y el trato que se merece una vez que llegue a casa para que pueda “cagar” los regalos más deseados.

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