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El desierto chileno que cambia la aridez extrema por un colorido manto de flores

El desierto chileno que cambia la aridez extrema por un colorido manto de flores
Se trata de un fenómeno natural que se produce entre septiembre y noviembre y que atrae a miles de turistasEl pequeño pueblo andaluz conocido por vivir bajo el hechizo de las brujas Pocos lugares hay más hostiles para la vida que el desierto chileno de Atacama, un espectacular enclave natural delimitado por el océano Pacífico al oeste y por la cordillera de los Andes al este. En total, una superficie aproximada de 105.000 kilómetros cuadrados. Ahí no termina su encanto, porque algunos lo consideran como el espacio de la Tierra más parecido a Marte, con rocas y tonalidades calizas copando cada rincón. De hecho, se le conoce como el lugar no polar más árido de la Tierra. Sin embargo, espacios tan áridos como Atacama también se pueden llenar de color. Es lo que ocurre durante algunos meses del año, en lo que se conoce como el desierto florido, un fenómeno natural que se produce entre septiembre y noviembre y que atrae a miles de turistas.  ¿Un manto de flores en el desierto? Los biólogos y meteorólogos relacionan este despertar con el fenómeno de El Niño, que implica un sobrecalentamiento de las corrientes marinas del litoral pacífico de Chile, generando un aumento en las precipitaciones, de las que tampoco se libra el desierto de Atacama. En concreto, este año la floración responde principalmente a las fuertes lluvias registradas durante el primer fin de semana de agosto en la Provincia del Huasco, particularmente en el sector costero (sobre 40 mm) de acuerdo con el registro de la Dirección General de Aguas del ejecutivo chileno.  “Esperamos que el manto de flores se extienda desde la zona de Totoral por el norte hasta Caleta Chañaral de Aceituno en el límite sur de nuestra región, desde la tercera semana de septiembre en adelante y hasta la primera quincena de noviembre, siendo su apogeo durante el mes de octubre del presente año”, auguró en agosto el jefe de áreas silvestres de CONAF, Jorge Carabantes. Y así ha sido.  En este fenómeno único brotan plantas adaptadas a las condiciones de aridez y semiaridez, capaces de permanecer en un estado de latencia bajo el suelo en los períodos secos. Primero lo hacen las especies más bulbosas, que necesitan mayor humedad, como las añañucas amarillas y rojas y el huille, con flores de color blancas. Después suelen brotar suspiros lilas y celestes, malvillas, coronillas del fraile, cartuchos amarillos o lirios amarillos y las conocidas como “orejas de zorro”. Desde dónde ver el desierto florido Fotografía de las flores en el desierto de Atacama La floración del desierto de Ataca atrae cada año a miles de turistas a la región de Copiapó, 800 kilómetros al norte de la capital, fascinados por la belleza cromática de esta maravilla de la naturaleza. El mejor lugar para la observación de este fenómeno único es el Parque Nacional Desierto Florido, una reserva natural con un área de 57.107 hectáreas. 

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