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El pueblo extremeño de apenas 100 habitantes que alberga el convento más pequeño del mundo

El pueblo extremeño de apenas 100 habitantes que alberga el convento más pequeño del mundo
A las afueras de Pedroso de Acim, rodeado por la belleza natural de los Riberos del Tajo, y abrazado por la Sierra de Cañaveral y los Valles del Jerte y Alagón, se encuentra el Convento del PalancarUno de los pueblos más bonitos de España está en Castellón: con un castillo junto al mar y un centro histórico fortificado España alberga una gran variedad de edificios religiosos, testigos de buena parte de la historia medieval de nuestro país. Es el caso de la Catedral de Santiago de Compostela, punto final del camino de los peregrinos. Lo mismo ocurre con la Basílica de La Sagrada Familia en Barcelona, obra maestra de Gaudí. Más allá de la monumentalidad de estos lugares de cultura, existen joyas escondidas que tienen poco reconocimiento. En el suroeste de España, en el corazón de Extremadura, se esconde el Convento del Palancar, un refugio de espiritualidad y silencio. Se encuentra, concretamente, en las afueras de Pedroso de Acim, rodeado por la belleza natural de los Riberos del Tajo, y abrazado por la Sierra de Cañaveral y los Valles del Jerte y Alagón. Pedroso de Acim está situado a los pies de la Sierra del Pedroso, cerca de Cáceres. Este pueblo, que apenas supera los 100 habitantes, nació alrededor del siglo XIV, cuando un grupo de carboneros decidió asentarse en el territorio para explotar los recursos del bosque. 'El Conventito' Mosaicos interiores del convento Dos siglos después de la fundación de Pedroso de Acim se edificó el convento de los Franciscanos de la Purísima Concepción, conocido como 'El Palancar'. Constituido por el monje Fray Pedro de Alcántara en el año 1557, el punto de partida de esta estructura es una pequeña y humilde casa en el municipio. El interior lo conforma un claustro original construido por columnas de madera de apenas un metro cuadrado, que articula el acceso a las habitaciones y las zonas del convento. Su fundador, Fray Pedro de Alcántara, es el patrón de Extremadura y la celebración de su festividad es el 19 de octubre. En la actualidad se ofician misas en una iglesia que se construyó en 1669, año de la canonización del Santo, para albergar a los peregrinos que atraía este lugar. Más tarde, en el siglo XVIII, se construyó un segundo claustro, debido a la multitud de peregrinos que visitaban el lugar, así como una hospedería que se encuentra al lado del edificio. El rezo tenía lugar en una pequeña capilla, decorada por escasos mosaicos. Las habitaciones donde descansaban los frailes eran modestas, amuebladas con una cama de madera para su descanso. Todos estos elementos componen el convento en sus 72 metros cuadrados de extensión. Su pequeño tamaño le ha dado el nombre de ‘El Conventito’ entre los habitantes del pueblo. El convento no es el único lugar de culto de Pedroso de Acim, ya que cuenta con la Parroquia de Santa Marina del siglo XVI. En la entrada se encuentra una escultura en bronce de San Pedro de Alcántara encumbrada por la imponente torre del reloj que corona la Iglesia. Detrás del edificio todavía se conservan los antiguos lavaderos de piedra, abastecidos por la fuente de la plaza a través de cañerías subterráneas. El lavadero hace las veces de zona de recogida de agua y de lugar para enjuagar las prendas de ropa. En el interior de la parroquia se conserva un retablo de madera dedicado a la santa, así como dos cuadros de la escuela de Luis de Morales, pintor español de estilo manierista.  Rutas de senderismo Senderismo Los amantes del senderismo encontrarán en la zona numerosas rutas para disfrutar de la naturaleza y la fauna del entorno del pueblo Pedroso de Acim. La primera ruta parte de la parroquia de Santa Marina de Pedroso de Acim y recorre 15 kilómetros en unas 4 horas y media aproximadamente. Es de dificultad media-baja, el sendero atraviesa el camino de Portezuelo y la Sierra de Cañaveral. A lo largo del trayecto se pueden contemplar las ruinas del antiguo Molino del Tío Fabián y visitar el Convento del Palancar, lo que hace que sea un recorrido que combina naturaleza y patrimonio. La segunda ruta es la de la Peña de los Cenizos, un trayecto de 6 kilómetros que puede disfrutarse en cualquier época del año con una dificultad media. Se trata de un recorrido circular que comienza en la iglesia de Santa Marina cerca de la torre del reloj. Esta ruta está señalizada como Ruta II Pedroso-El Arco que te introduce en la Sierra del Pedroso y que con una duración de dos horas aproximadamente pasa por la Peña de los Cenizos, a la que da nombre una especie vegetal (cenizos) abundante en la zona, y de allí lleva al convento hasta terminar de nuevo en Santa Marina. La hora de comer Tras un día repleto de actividades explorando el pueblo de Pedroso de Acim y sus alrededores, no hay nada mejor que culminar la experiencia con una degustación de algunos de los platos tradicionales de la gastronomía extremeña; entre los que destaca la sopa de tomate, un plato del que existen multitud de variantes según la zona en la que nos encontremos. Pero que, generalmente, se prepara con huevo duro, rebanadas de pan tostado y uvas o higos frescos.  De manera similar, también es común la sopa de ajo, una receta que combina trozos de pan con un sofrito de ajo y un toque de pimentón de la Vera. Como plato principal, no hay que dejar de probar la caldereta de cordero, elaborada con pequeños trozos de carne acompañados de vino, cebolla, pimiento y laurel. Con las vísceras de este animal se prepara otro plato, la Chanfaina extremeña. Finalmente, para poner la guinda al pastel, nada mejor que los postres típicos: la perrunillas que son similares a las galletas de café y están elaboradas con harina, huevos, manteca de cerdo, anís y azúcar; y las flores extremeñas, unos dulces fritos característicos de la Semana Santa.

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