cupure logo
másconunatienelaspuebloestelospara

La ruta de los siete lagos de Bulgaria que acaba en el monasterio más bello del país

La ruta de los siete lagos de Bulgaria que acaba en el monasterio más bello del país
Un trekking por los lagos glaciares de Rila culmina en el monasterio más emblemático búlgaraViajar a Bulgaria: claves para visitar al destino lowcost de moda en Europa Si hay dos lugares que definen Bulgaria, esos son los Siete Lagos de Rila y el Monasterio de Rila. Uno es una maravilla natural, suspendida entre montañas y nieve; el otro, una obra arquitectónica que parece salida de un cuento. Ambos forman un plan imprescindible para cualquier viaje al país balcánico. Mi aventura comenzó en Sofía, la capital, desde donde es sencillo organizar la excursión con guías locales. Desde el primer momento, la combinación de paisajes y cultura te atrapa: los lagos glaciares y el monasterio son un viaje entre la grandeza de la naturaleza y la mano del hombre. Los Siete Lagos de Rila: naturaleza en estado puro La ruta de los Siete Lagos comienza en un telesilla que lleva al inicio del trekking, desde donde se aprecian las primeras panorámicas. La caminata atraviesa senderos que serpentean entre lagos de nombres singulares: Lágrima, Ojo, Riñón, Gemelo, Trébol, Pez y Bajo. Cada uno tiene su carácter y belleza propios, y en días de nieve, el paisaje se transforma en un cuadro blanco impresionante. Desde la cima, a más de 2.500 metros de altitud, las vistas son sobrecogedoras. La ruta completa se puede recorrer en 3 o 4 horas, aunque los más rápidos pueden llegar en menos tiempo. Sin prisa, cada lago invita a detenerse y disfrutar del silencio roto solo por el viento y el murmullo del agua. Monasterio de Rila: un tesoro de colores y historia Al final del trekking espera el Monasterio de Rila, una de las joyas culturales de Bulgaria. Fundado en el siglo X y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este edificio deslumbra desde cualquier ángulo. Sus paredes exteriores pintadas, sus frescos interiores y los detalles de cada sala hacen que la visita sea un auténtico viaje artístico. La experiencia se intensifica si se visita en momentos de menor afluencia: caminar prácticamente solo por sus patios y pasillos permite disfrutar cada detalle sin prisas, algo que no siempre es posible dado que es uno de los lugares más visitados del país. La combinación de naturaleza, aventura y patrimonio convierte esta ruta en una experiencia completa. Desde la panorámica de los lagos hasta los colores del monasterio, cada paso deja una huella imborrable.
eldiario
hace alrededor de 1 mes
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

noticias de viajes