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Día Mundial de los Animales: estos son los conocidos Big Five africanos, los reyes de los safaris

Día Mundial de los Animales: estos son los conocidos Big Five africanos, los reyes de los safaris
Del majestuoso león al esquivo leopardo, los Big Five siguen siendo el gran emblema de ÁfricaLa reserva de Uganda que consiguió reintroducir una especie extinta Cada 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales, una fecha que nos recuerda la importancia de proteger a las especies que comparten planeta con nosotros. Y si hay un lugar donde la naturaleza se muestra en su máximo esplendor, ese es África. Entre sus sabanas, selvas y llanuras, viven los míticos Big Five, los cinco animales más emblemáticos del continente y la gran obsesión de quienes sueñan con hacer un safari. Pero el término Big Five no nació en el turismo, sino en la caza. Así llamaban los antiguos cazadores coloniales a los animales más difíciles de abatir a pie: león, elefante, búfalo, rinoceronte y leopardo. Hoy, por suerte, el único disparo que se les apunta es el de una cámara, y verlos en libertad es una de las experiencias más sobrecogedoras que existen. 1.El león: el rey de la sabana Majestuoso, sereno y poderoso, el león africano sigue siendo el símbolo absoluto de la sabana. Vive en grupos familiares llamados manadas, donde las leonas son las cazadoras y el macho el guardián del territorio. A pesar de su fama de fiero depredador, el león pasa la mayor parte del día descansando bajo la sombra. Lo realmente impresionante es observarlo en grupo: las leonas coordinan la caza, alimentan a las crías y luego ceden el primer bocado al macho. Verlos de cerca, a solo unos metros, produce una mezcla de respeto, ternura y asombro. Los mejores lugares para observarlos son el Serengeti (Tanzania), el Masái Mara (Kenia) y el Kruger (Sudáfrica). 2.El elefante: memoria viva de África El elefante africano es el mamífero terrestre más grande del planeta. Puede alcanzar cuatro metros de altura y pesar más de seis toneladas. Pero más allá de su tamaño, lo que conmueve es su inteligencia, su sensibilidad y el modo en que se comunican mediante sonidos graves que los humanos ni siquiera percibimos. Sus enormes orejas funcionan como un sistema natural de refrigeración, y su trompa —una fusión perfecta entre fuerza y delicadeza— es una herramienta capaz de arrancar árboles o acariciar a una cría. Hoy, el elefante africano está en peligro de extinción, víctima de la caza furtiva y la pérdida de hábitat. Verlos caminar en manada por el Parque Nacional de Amboseli, con el Kilimanjaro al fondo, es una de las estampas más bellas del continente. 3.El búfalo: la fuerza de la manada El búfalo cafre no tiene la fama del león ni el tamaño del elefante, pero es el animal que más muertes causa en África cada año. Herbívoro, sí, pero de carácter impredecible. Puede atacar sin previo aviso si se siente amenazado. Suelen moverse en grandes grupos y se protegen unos a otros: los machos forman un anillo alrededor de las hembras y las crías cuando perciben peligro. Su mirada fija y sus cuernos curvados imponen respeto. Quienes lo han visto de cerca saben que es mejor admirarlo desde la distancia. Los safaris en Ngorongoro o Chobeofrecen algunos de los mejores encuentros con estos titanes del continente. 4.El rinoceronte: un tesoro en peligro Entre los Big Five, el rinoceronte es el más difícil de avistar. Sus poblaciones se redujeron drásticamente por la caza ilegal: sus cuernos, hechos de queratina, son objeto de tráfico en Asia. Existen dos especies principales: el rinoceronte negro, más pequeño y solitario, y el rinoceronte blanco, más sociable y robusto. Ambos pueden superar las dos toneladas de peso y alcanzar velocidades de hasta 50 km/h. Hoy, parques como el Hluhluwe-Imfolozi (Sudáfrica) o la Reserva de Ol Pejeta (Kenia) trabajan incansablemente por su conservación. Ver uno en libertad es, literalmente, un privilegio. 4.El leopardo: el fantasma El leopardo africano es el más esquivo y sigiloso de los cinco. Cazador solitario, nocturno y extremadamente ágil, suele pasar el día escondido entre las ramas de los árboles, donde también guarda sus presas para protegerlas de los carroñeros. Su belleza es hipnótica: pelaje dorado salpicado de manchas negras, mirada profunda y una elegancia que roza lo sobrenatural. Quien logra verlo en libertad suele recordarlo como el instante más emocionante del viaje. El Serengeti o el Parque Nacional de South Luangwa (Zambia) son algunos de los lugares donde más posibilidades hay de avistarlo.

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