cupure logo
quefuemáspordellastienemedievalestáuna

Este castillo medieval de Cantabria que fue defendido por la 'Leona de Castilla' y tardó tres siglos en construirse

Este castillo medieval de Cantabria que fue defendido por la 'Leona de Castilla' y tardó tres siglos en construirse
Situado en un enclave estratégico del sur de la región, esta fortaleza gótica custodia siglos de historia entre muros restaurados, torres asimétricas y vistas sobre el valleEsta ruta de senderismo en Cantabria apta para principiantes atraviesa cuevas, pasarelas y termina en una cascada En lo alto de una loma de la Hermandad de Campoo de Suso, flanqueado por montañas y nieblas que parecen salidas de una estampa antigua, se levanta el Castillo de Argüeso. Esta fortaleza, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII, es uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura defensiva del medievo en Cantabria. No se construyó en una única etapa ni obedeció a un plan maestro inmediato, sino que fue tomando forma a lo largo de tres siglos. A través de ese proceso, fue creciendo y adaptándose a las necesidades defensivas, económicas y políticas de una nobleza que consolidaba su poder desde enclaves rurales como este. El origen del castillo se sitúa sobre una antigua ermita dedicada a San Vicente. A finales del siglo XIII se levantó la primera torre, a la que se sumó, en el siglo siguiente, una segunda estructura independiente. Ya en el siglo XV, una muralla y un cuerpo central unificaron el conjunto, formando la imagen que ha llegado hasta nuestros días. Esta evolución lenta, piedra a piedra, refleja el modo en que se articulaba el poder señorial en la época, con la arquitectura al servicio de la vigilancia y el control de rutas y recursos. Las características del castillo responden al estilo gótico montañés: muros gruesos, pocas aperturas y una estructura sobria que apostaba por la resistencia más que por el ornamento. Durante parte de su historia, el Castillo de Argüeso fue residencia de Leonor de la Vega, una de las figuras femeninas más influyentes de la Edad Media castellana, madre del Marqués de Santillana. Conocida como la 'Leona de Castilla' por su papel firme en los conflictos nobiliarios, su presencia en esta fortaleza le dio notoriedad como símbolo de resistencia y poder familiar. El castillo fue propiedad primero de la Casa de la Vega y, tras su unión con los Mendoza, pasó a formar parte de uno de los linajes más poderosos del norte peninsular. Ya en el siglo XVII, como muchas otras fortalezas rurales, fue perdiendo protagonismo hasta quedar casi en ruinas, hasta que una restauración a finales del siglo XX lo devolvió a la vida. Un bastión gótico sobre la historia de Campoo La ubicación del castillo no es casual: su altitud le permitía controlar los pasos naturales entre la meseta y la costa cantábrica. Desde sus torres se dominaban los caminos que conectaban Reinosa con los valles vecinos, convirtiéndose en punto clave para el tránsito de mercancías, ganados y tributos. Se trataba de una fortaleza roqueña, adaptada a las irregularidades del terreno, con dos torres no exactamente simétricas pero unidas por una construcción intermedia que permitió cerrar un recinto completo y seguro. Este conjunto fue reforzado por una muralla perimetral y accesos elevados que facilitaban la defensa. Interior del Castillo de Argüeso. Se utilizaron maderas nobles como roble y castaño autóctonos y se confió en artesanos de la zona para reproducir los sistemas estructurales tradicionales. La intervención no solo consolidó los muros y cubiertas, sino que habilitó espacios interiores para su uso como centro cultural y expositivo. Declarado Bien de Interés Cultural en 1983, el castillo constituye uno de los pocos ejemplos bien conservados de arquitectura militar medieval en Cantabria. A través de sus puertas elevadas, sus ventanas en forma de arco trilobulado y sus suelos de madera, el visitante puede imaginar la vida dentro de una fortaleza de frontera. Del abandono a la vida cultural y turística Tras siglos de uso intermitente y posterior abandono, el castillo fue donado al municipio por su última propietaria, Teresa Rábago García, lo que permitió iniciar su recuperación. Hoy está abierto al público durante todo el año, salvo fechas puntuales. La entrada general tiene un coste de 3 euros, con descuentos para grupos y acceso gratuito para menores de tres años o empadronados. Además de su papel como espacio museístico, el castillo forma parte del Club de Castillos y Palacios de España, una red que reúne a los principales monumentos fortificados del país. Su inclusión en esta red ha incrementado su visibilidad, atrayendo un turismo cultural que busca experiencias auténticas en entornos históricos bien conservados. La combinación de patrimonio, paisaje y baja densidad turística hace del Castillo de Argüeso una propuesta singular dentro del turismo rural del norte peninsular.

Comentarios

noticias de viajes